La generación de una singular pieza urbana como “ensanche” del Parque Náutico de San Fernando fundamenta la propuesta, donde el concepto de “ensanche” contempla la apertura en el uso de la población de San Fernando en su conjunto, y una convocante atracción turística, como también la idea de refuerzo y consolidación de la ribera existente, fragmentada en su espacialidad y limitada en sus posibilidades de uso en la actualidad. Recuperar para la ciudad y el turismo, como una de las principales fuentes económicas del país y generador de empleo local, una importante franja sobre el río y áreas de influencia, aportando actividades y mixtura de usos, respetando la impronta náutica de San Fernando, pero aportando variedad de actividades complementarias que apuntalen el emprendimiento, cultura, ecología y paseos, gastronomía y comercios, conforman el espectro de las opciones propuestas.
FORMALIZACIÓNDesde el punto de vista urbano-regional se ha propuesto una estructura circulatoria en “malla”, a partir de la jerarquización y el completamiento del trazado vial existente, procurando reforzar la conectividad del sector o área de referencia de la intervención en el sentido Este-Oeste, así como con los principales corredores viales, tanto radiales como anulares de la Región Metropolitana de Buenos Aires. A la estructura circulatoria del sector, se ha propuesto otorgarle una unión e integrar la actual fragmentación existente en distintos bloques públicos y privados, a partir del completamiento y la jerarquización de arterias, así como su interconexión con la estructura vial urbana y regional propuesta.
Una contundente formalización del Boulevard de la Ribera (calle Luis Piedrabuena) contemplando actividades gastronómicas y comerciales, con un ordenado movimiento vehicular / peatonal, abraza los clubes náuticos y el paseo del borde ribereño, ensanchado y enriquecido por un “tablado flotante” contenedor de lugares de estar y locales comerciales, fijos y temporales, acorde a los tiempos de uso y recorridos y calidad del paseo.
El tratamiento del Boulevard de la Ribera, propone dos tramas superpuestas; una vehicular de recorrido visual, entre el verde, las alternancias de los clubes náuticos, plazas secas equipadas, y la posibilidad de estacionamientos controlados. El complemento, una pasarela de madera elevada, de carácter peatonal y con equipamiento de locales gastronómicos y comerciales, que superando la cota de inundación, ofrecen “otra mirada” al rico paisaje. Ambas tramas se interrelacionan y se conjugan aleatoriamente en la longitud y la transversalidad del paisaje. “El tablado flotante” amplia el uso de borde ribereño, otorgando un carácter particular. En su desarrollo lineal flota, se apoya en tierra, se articula mediante puentes peatonales, cruza a áreas verdes de estar y apacible descanso. Miradores, locales comerciales, permanentes y circunstanciales consolidan esta alternativa donde el paisaje toma una nueva dimensión visual para los visitantes con interesantes perspectivas hacia el continente y sin dudas, un singular y merecido recibimiento al continente de los vecinos del partido de San Fernando con residencia en las islas.
Un puente de concepción formal plástica extiende el paseo por el Boulevard, dentro del área de referencia, cerrando el “mosquetón”, realimentando y fortaleciendo en actividades y usos la Costanera Municipal existente.
En el recorrido longitudinal y el corte transversal, la propuesta se potencia y enriquece.