Una primer aproximación, en sintonía con el playón de la Plaza Cívica, Julia Copello de Tiscornia, entendiendo a este como un plano horizontal de ensanche de vereda, convocante y de protección al usuario, dialoga con el acceso al Complejo por medio de una “boca” limitada espacialmente por otro plano horizontal superior, que en su concepción de semicubierto, transparente, traspasable abre el complejo a la ciudad. Esta acción acompañada por el aporte del verde, con especies arbóreas que neutralicen el cemento de calles y edificios, circunstancia de poco desarrollo en el sitio, vincula, alude y suma a una propuesta de recorrido en carácter potencial.
Una serie de paneles móviles, con gran carga estética y visual, tamiza y controla el acceso cuando las condiciones de seguridad no son las óptimas, circunstancia real en los aglomerados urbanos y en nuestra concepción, a definir desde el inicio en los proyectos contemporáneos.
La gran “Plaza de las Artes”, protagonista estelar del complejo, abrazada y conformada por la ciudad, en su contacto con la vereda, los halles, los comercios interiores, los foyeres, encuentra en el escenario propuesto, como “pivot” entre “la Sala Interior” y “la Sala Exterior”, al coprotagonista del proyecto.
Así la Sala interior, cobija y da lugar a diversas expresiones artísticas con los grados de requerimientos acústicos y de confort, la Sala exterior convoca a encuentros de carácter más distendido y placenteros en tardes y noches en el que el clima acompañe a recitales y obras teatrales al aire libre.
El uso diversificado y la posibilidad de distintas muestras artísticas y espectáculos espontáneos, encuentra en la Plaza de las Artes, sobre la Avenida Rigolleau / 14 el espacio apropiado. Las buenas proporciones y ricas visuales potencian la actitud de estar, de quedarse. Una fuerte carga programática, pivoteando con la sala principal con doble uso y acceso y cafés y, restaurante como situaciones de borde potencian e identifican una dinámica vida cultural, flexibilizando los usos y horarios a partir de una fluida relación interior-exterior de las actividades.
Acompañan la escena, espacios adaptables a diversos requerimientos y usos, albergando salas de exposiciones, halles y foyeres, comercios y lugares de estar. Una barra sistemática contiene el programa administrativo y apoyo de artistas.
Ambas situaciones rematan en el interior de predio, en espacios visuales verdes e iluminados naturalmente.